Lo que una abuela te puede enseñar sobre teoría de sistemas


También salen San Bernardos bebiendo agua.


Una cosa te voy a decir: yo una vez fui joven e idiota.

Ahora, en cambio, soy solo idiota. Un idiota más sofisticado, si quieres. Porque hacerse mayor, en el fondo, no es más que sofisticar tu tontería.

Y otra cosa también te voy a decir: hoy las probabilidades de que te des de baja de esta newsletter son muy altas.

Avisado/a estás.


Inciso: si eres capaz de ello, me gustaría que pensaras en un San Bernardo bebiendo agua de su bebedero.

¿Lo tienes?

Si no, yo espero.

¿Ya?.

Ok.

Pues San Bernardo bebiendo agua.

Recuérdalo.

Será relevante en unos momentos.

Arranco.


¿Y si te dijera que hay una herramienta que sirve para analizar el comportamiento de casi cualquier cosa? (lo de “casi” es para cubrirme las espaldas)

Desde tu comunidad de vecinos hasta el tráfico en un día de puente en las carreteras de Barcelona pasando por tus hábitos y tus rutinas.

Esta herramienta se llama teoría de sistemas y es de lo que viene a hablarte hoy la abuela de un amigo mío. Pero para eso me tengo que remontar unos días atrás. Unos 5437 días, año arriba año abajo, para ser exactos.


La abuela que sabía más de sistemas que tú (y que yo)

Te decía hace un momento que soy idiota pero que, además, una vez fui joven.

Y como todo joven que se precie me pasaba el día rumiando sobre amores y desamores. Más de estos que de aquellos, las cosas como son.

Total, que tras un otro episodio de desamores, estaba con un muy buen amigo mío (también joven, pero menos, o sea igual de idiota pero más sofisticado) llorándole las penas cuando me dio uno de los mejores consejos que me han dado en la vida.

A él, a su vez, se lo había dado su abuela:

Mira. No te fíes de lo que te diga. Fíate de lo que haga.


OLE AHÍ.

Igual no te lo parece, pero esta frase es oro puro.

En esta frase está concentrada toda la base de la teoría de sistemas.

Lo que hay que saber para entender a la abuela de mi amigo

La base de lo que te voy a contar la cuenta mucho mejor Donella Meadows en Pensar en sistemas. Así que si te interesa esta tema, mi consejo es que lo leas. Que yo, aquí y ahora, te voy a contar mi versión sesgada e incompleta de una parte muy pequeña del libro.

Y lo primero que te voy a contar es que la teoría de sistemas sirve para explicar casi cualquier cosa: un equipo de fútbol, un país, una empresa, un ser vivo, la cena de nochebuena con tus cuñados…

Y lo segundo, que la buena de Donella define un sistema de la siguiente forma:

Un sistema es un conjunto de elementos interrelacionados, organizados de manera coherente para alcanzar un fin.


Es decir, que un sistema tiene tres componentes clave: elementos, interconexiones y propósito.

Por cierto…

¿Te has fijado en que, por lo que sea, los grupos de tres molan más que los de cuatro o los de dos? O los de uno, que ni siquiera se considerarían grupo. Los de cinco la verdad es que es muy raro verlos a pesar de que tenemos cinco dedos en cada mano y trabajamos cinco días a la semana (uno pensaría que lo suyo sería ver más paquetes de cinco que de cuatro). Pero no. La magia la tienen los grupos de tres: los tres mosqueteros (que eran cuatro, pero Dumas sabía lo que se hacía); los tres Reyes Magos; las tres pruebas del Santo Grial de Indiana Jones; el alemán, el francés y el español de los chistes; el bueno el feo y el malo; liberté, egalité y fraternité; presentación, nudo y desenlace; la regla de tres; el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo amén…

Omne trium perfectum.

Tres componentes.

Elementos…

…interconexiones…

…y propósito.

Y voy a contarte en qué consisten estos componentes utilizando como ejemplo… PARTIDOS POLÍTICOS.

¡Dentro cabecera!

(la gente grita enfurecida y pulsa en el enlace para darse de baja al final del email de forma masiva)

Elementos

Los elementos son las partes individuales del sistema. Que pueden ser tanto tangibles como intangibles.

🤥 Los políticos

💔 Las promesas incumplidas

💩La chatarra argumental en forma de eslogan que no se la cree un niño de 6 años.

🤡 Los militantes (de corazón y/o carné).

Estos son fáciles de ver y/o identificar. Sobre todo a los militantes. Los militantes son esos que se tragan la chatarra argumental como si fueran San Bernardos bebiendo agua (ya te dije que lo del San Bernardo iba a ser relevante)

Hay poco misterio aquí.

Si acaso un apunte más: un elemento puede ser a su vez un sistema en sí mismo.

Un político es un sistema en sí mismo en tanto en cuanto persona que es.

Lo mismo pasa con un militante y con el San Bernardo bebiendo agua.

Interconexiones

Las interconexiones son las relaciones o enlaces entre los elementos que permiten que interactúen y funcionen juntos. Estas interconexiones suelen ser flujos de información, materia o energía.

🙏 Los favores que se deben unos a otros (en forma de fotos compremetedoras, anotaciones contables en la caja B, o puestos prometidos en Europa, el Senado o el Consejo de Estado)

🔪 Las puñaladas por la espalda

✉️💸 El dinero sobre-volando (pun intended) por las sedes

Las interconexiones suelen ser más complicadas de identificar que los elementos (los sobres y las puñaladas tienden a gestionarse por lo bajini).

Propósito

El propósito es el objetivo hacia el cual el sistema dirige su comportamiento. Este propósito no siempre es explícito ni evidente, pero es lo que determina cómo opera el sistema en conjunto. En muchas ocasiones suele ser muy difícil de identificar pero se termina descubriendo si se observa con atención cómo se comporta el sistema durante suficiente tiempo.

⚖️ Defender la democracia

👮 Luchar contra la corrupción

🕵️‍♂️ Luchar contra los bulos y la desinformación

✊ / ✋ Luchar contra el comunismo/fascismo

😇 Transparencia

Escucha, que esta es buenísima:

SEPARACIÓN DE PODERES

😂😂😂😂 Me descojono.

Nada de esto es el propósito VERDADERO de ningún partido político. El propósito de TODOS los partidos políticos es mantenerse en el poder.

Punto.

No hay más.

De la misma forma que el propósito de un ser vivo es reproducirse.

De la misma forma que el propósito del sistema económico es crecer.

De la misma forma que el propósito de un equipo de fútbol es ganar.

Si observamos todo lo que hacen los partidos políticos durante el tiempo suficiente (tampoco hace falta demasiado porque no es que sean especialmente sutiles) es la única conclusión razonable a la que uno puede llegar.

OJO CUIDAO, QUE ESTO ES MUY COMPLEJO

Ojo cuidao, que esto es mucho más complejo que decir putos partidos políticos no sirven para nada acabemos con ellos.

Antes decíamos que un sistema puede estar compuesto por subsistemas.

Pues los partidos políticos son un elemento dentro de un sistema más grande llamado democracia, que a su vez forma parte de otro más grande llamado Estado y éste, a su vez, forma parte de otro más grande llamado geopolítica… y así ad infinitum.

OJO CUIDAO, QUE HAY MUCHOS PROPÓSITOS

Ojo cuidao, que ADEMÁS los propósitos de los sistemas subsidiarios no tienen por qué coincidir con el sistema “padre”.

El propósito de un futbolista no tiene que ser necesariamente ganar partidos. Podría ser jugar un número de partidos para renovar, marcar goles para cobrar más prima, etc.

El propósito de un trabajador de una empresa seguramente no sea maximizar los beneficios de la misma, sino cobrar más o mantener el puesto de trabajo hasta su jubilación.

El propósito de un político no tiene que ser necesariamente mantenerse en el poder sino, de forma honesta, mejorar la sociedad. No tengo dudas de que hay políticos de estos. Sin embargo, no he visto todavía a ninguno llegar a secretario general de su partido.

Seré yo, que me la cojo con papel de fumar.

O será el propio sistema, que no fomenta que este tipo de políticos llegue a secretario/a general.

OJO CUIDAO, QUE EL PROPÓSITO ES UNA PROPIEDAD EMERGENTE

Ojo cuidao con culpar a nadie del comportamiento no deseado de un sistema.

Estoy convencido de que tu sistema de hábitos no lo has adoptado porque quieras dormir poco, alimentarte mal y vivir con estrés. Y sin embargo es bastante probable que duermas poco, no te alimentes de la forma más correcta y/o tus niveles de estrés estén por encima de lo recomendable.

Si no es así, enhorabuena. Pero lo normal es que todos suframos efectos indeseados por parte de nuestros sistemas de hábitos y rutinas. Algunos serán decisiones nuestras (trabajar más para optar a un ascenso) y otros tendrán que ver con un contexto que escapa a nuestro control (un saludo a todos esos padres que se pasan meses y años sin dormir bien).

Incluso puede que los efectos adversos que suframos se produzcan como contrapartida a efectos positivos del propio sistema.

Por ejemplo, ir al trabajo en coche puede permitir que lleves a tus hijos al colegio y así poder dormir algo más, pero a cambio te metes en un atasco que te sube los niveles de estrés hasta el punto de querer asesinar al hijo puta del listo que se te cuela en la salida y que se ha ahorrado la cola de 20 minutos que llevas haciendo OJALÁ TE ESTAMPES Y QUE YO LO VEA.

Total, que los sistemas son movidas muy complejas y que hay que tratarlas como tales. Que los sistemas están conectados con otros sistemas y que por mucho que queramos que se comporten de una manera (que tengan un propósito concreto) la cosa nos puede salir rana. Que para saber cuál es el propósito VERDADERO de un sistema hay que observarlo con atención durante el tiempo suficiente.

El propósito termina emergiendo y no necesariamente será el que planeamos.

Por eso si decidimos cambiar el sistema de los partidos políticos, igual la cagamos y nos cargamos la democracia…

No digo que no haya que hacerlo o intentarlo, solo digo que ojo cuidao.

Otra frase típica de abuelo que viene al pelo aquí:

Si funciona, no lo toques.


Mucho ojito con la sabiduría popular que está llena de perlas.


Así que cuando la abuela de mi amigo le decía a mi amigo “No te fíes de lo que te digan, fíate de lo que hagan”, lo que estaba haciendo era resumir toda esta chapa que te acabo de contar. Es la base que nos permite comenzar a entender la complejidad del mundo que nos rodea.

Estamos rodeados de sistemas. Tus hábitos, tu espacio de trabajo, tu familia, tu barrio, tu cuerpo… Y ahora podrás empezar a mirarlos con otros ojos, prestando atención no solo a sus partes, sino a cómo se relacionan y, sobre todo, hacia dónde se dirigen.

Por último…

¿Has notado cómo puedes cambiar todos los jugadores de un equipo de fútbol pero mantener su estilo de juego?

¿Has probado a hablar a tu hijo/a, sobrino/a, niño/a cercano/a poniéndote de cuclillas en lugar de hacerlo de pie? ¿Has visto cómo cambia su comportamiento?

¿Te has parado a pensar por qué tener unas instituciones fuertes es la mejor forma de luchar contra la corrupción? Spoiler: los funcionarios son una pieza fundamental para ello.

Todo esto lo hablaremos en otras notas más adelante.

De momento, siempre puedes probar a buscar sistemas a tu alrededor y tratar de descubrir sus propósitos.

Gracias por leer hasta aquí.

Un abrazo, el notas atómico.

No te fíes de lo que dicen que hacen. Fíate de lo que hacen.

La función o el propósito de un sistema no se verbaliza, ni se escribe, ni se expresa de manera explícita: solo se manifiesta a través del funcionamiento del sistema. La mejor manera de deducir el propósito de un sistema es observarlo durante un tiempo para ver cómo se comporta.

Pensar en sistemas - Donella Meadows

PD: Donella Meadows habla de propósito o función del sistema dependiendo de si el sistema es un sistema humano (propósito) o no humano (función). Yo he decidido utilizar el término propósito porque me parece más evocador.

Y porque la newsletter es mía y hago lo que quiero con ella.

Si todavía no estás suscrito...

...puedes hacerlo aquí abajo 👇.

Aunque mi recomendación es que dediques tu tiempo a leer cosas de verdad.

Lo digo en serio.